Según indicó el director de la institución cultural, Niní Cáffaro, las máquinas tienen aproximadamente cuatro días paradas en el ampliado estacionamiento, en espera de que las lluvias cesen y se pueda proceder a asfaltar las calles y parqueos que concluirán los procesos de reestructuración, la primera de esta magnitud en 43 años, y cuyos trabajos estaban programados para finalizar en esta semana.
“Ya estamos listos. Perfectamente. Es posible que el próximo viernes estemos celebrando haber concluido y esperando a que el presidente disponga la fecha”, dijo. La remodelación del teatro inició formalmente el 4 de diciembre del pasado año y pese a que, según el arquitecto William Yarull, han realizado en cinco meses un trabajo que toma un año o más, dichos procesos han pospuesto no solo la gala de los Soberano, sino también la Feria Internacional del Libro, que se presume se realizará en septiembre próximo.
Según informó Cáffaro, los trabajos realizados en el teatro incluyen el cambio de alfombras y butacas, un sistema de luces led moderno, nuevos aires acondicionados, dos ascensores, ampliación del área técnica y camerinos, un bar “psicodélico”, limpieza y brillo a las estatuas, madera, paredes de mármol, fuente, acondicionamiento de la plazoleta y un sistema de luces de colores cercan el edificio para iluminarlo de forma dinámica.
Además, la parte sanitaria que contempla cambios en su totalidad y contempla baños habilitados para minusválidos, la Sala de la Cultura, o Sala José de Jesús Ravelo, con paredes, alfombras y butacas en tono azul.
La sala principal, la Piantini, en honor al primer director que tuvo el teatro, está prácticamente lista y recibiendo los últimos retoques de pintura en el escenario. En cuanto a las transformaciones realizadas en la fachada, Yarull dijo: “Se cambió toda la explanada, las cerámicas, se limpió todo el mármol del teatro, pero conservando su esencia porque es parte de su historia y arreglamos las jardineras y la plazoleta”.
Aseguró que además del asfalto, lo que falta es limpiar los vestigios del proceso y revisar si existe algún otro detalle mínimo luego de hacer las pruebas de luces y sonido. “Aunque el teatro cerró formalmente en diciembre, se estuvieron haciendo trabajos preliminares desde agosto. Se estaba haciendo lo que nos permitía que se pudiera trabajar, como los baños, techo, entre otros, hasta que ya hubo que cerrar completamente”, dijo Yarull.
El funcionario se refiere a los ‘dimmer’ o atenuadores, porque estos aún no están listos y son confeccionados fuera del país. “El único proceso que nos dilató fue el mármol, que tuvimos que esperar 20 días a que llegara de Perú”, indicó.
Nota de Muriel Soriano
Via elcaribe
La sala principal, la Piantini, en honor al primer director que tuvo el teatro, está prácticamente lista y recibiendo los últimos retoques de pintura en el escenario. En cuanto a las transformaciones realizadas en la fachada, Yarull dijo: “Se cambió toda la explanada, las cerámicas, se limpió todo el mármol del teatro, pero conservando su esencia porque es parte de su historia y arreglamos las jardineras y la plazoleta”.
Aseguró que además del asfalto, lo que falta es limpiar los vestigios del proceso y revisar si existe algún otro detalle mínimo luego de hacer las pruebas de luces y sonido. “Aunque el teatro cerró formalmente en diciembre, se estuvieron haciendo trabajos preliminares desde agosto. Se estaba haciendo lo que nos permitía que se pudiera trabajar, como los baños, techo, entre otros, hasta que ya hubo que cerrar completamente”, dijo Yarull.
El funcionario se refiere a los ‘dimmer’ o atenuadores, porque estos aún no están listos y son confeccionados fuera del país. “El único proceso que nos dilató fue el mármol, que tuvimos que esperar 20 días a que llegara de Perú”, indicó.
Nota de Muriel Soriano
Via elcaribe
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