"Cada equipo tiene derecho a cancelar a cualquier jugador. Estoy consciente de que el béisbol es un negocio. Ahora bien, lo que critico es la forma en que el Licey me botó, por lo menos esperaba que me lo dijeran en una reunión, no por una llamada", manifestó el carismático ex lanzador, al ser entrevistado en la emisión nocturna de "Z Deportes".
Al relatar parte de los momentos gloriosos en su carrera con los Tigres del Licey, Pérez dijo que el famoso cuadrangular de Andy "Tulile" Abad ha sido el acontecimiento más inolvidable en la pelota invernal dominicana.
"Todavía tengo ese momento muy fresco en mi memoria. Ese palo de Andy Abad siempre será recordado, pues llegó en un momento que quizás nadie pensó que podía suceder", significó.
Pérez tuvo foja en Grandes Ligas de 40-53 con 4.44 de efectividad y un WHIP 1.353.
En Lidom: 21 temporadas (19 con el Licey, 2 con el Escogido) desde 1991-92 hasta 2014-15. 34-15 con 2.76 de efectividad. En 472.2 permitió 403 hits. 131 CL, 100 BB, 348 ponches, 10 SV y un juego completo.
Al ser abordado sobre la clave de su exitosa carrera en la pelota invernal dominicana, Pérez sostuvo que "pienso que la disciplina, el amor y la pasión por el béisbol fue lo más importante. Siempre me reportaba temprano, pues era lo que sabía hacer. Lamentablemente, hoy en día los peloteros piensan primero en el dinero; si tienen un año bueno en las Ligas Menores piden un dineral para jugar", indicó.
"Dios me rescató, cambió mi vida"
Al hablar del cambio que se advierte en su personalidad, Pérez expresó con palabras muy emotivas cómo Dios cambió su vida de manera radical.
"Dios me rescató, ha transformado mi vida, soy un mejor padre, un mejor esposo, un mejor ser humano. Incluso, mi esposa me dice que a pesar de que tenemos 15 años de casado, es desde hace tres años que ella siente el verdadero significado de nuestro matrimonio. Hace tres años Dios cambió mi vida, ahora siento un gozo único en mi alma, lamento no haber conocido antes la grandeza y maravillas del Señor", dijo visiblemente emocionado.
Las muertes de Pascual y Darío
Un tema muy emotivo y triste abordado durante la entrevista fue lo relativo a los fallecimientos de sus hermanos Carlos y Darío, respectivamente.
"Las muertes de Cutá y Darío marcaron mi vida. Me dolió mucho la manera en que asesinaron a Pascual; pues los asesinos eran personas de su total confianza, a quienes Cutá siempre lo ayudaba económicamente", acotó.
Con respecto al deceso de Darío, Carlos relató que "Todavía no creo que Darío haya muerto, ese día que falleció estábamos pescando juntos, Darío era mi amuleto, siempre andaba conmigo para todos los lados, me lo llevaba a todos los lugares, era como mi padre, me daba muchos consejos", expresó.
Nota de Hector Gomez
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