La dominicana, reaccionó iracunda por la amplia cobertura que los medios locales le han dado a su caso, uno que según la fiscalía de El Bronx, no tiene precedentes en ese tipo de delito.
Los acusadores la califican de “estafadora en serie”, debido a que obtuvo las licencias para realizar los matrimonios en oficialías civiles de diferentes lugares de Nueva York.
Barrientos, compareció ayer jueves en el tribunal, donde volvió a declararse “no culpable” de los múltiples cargos.
De 39 años de edad, es imputada por delitos graves de fraudes.
A siete de los diez hombres con los que se casó, Barrientos, les solicitó tarjetas de residencia en el Servicio de Inmigración de Estados Unidos, pero los fiscales no han dejado en claro si lo hizo con el mismo nombre y en las mismas oficinas.
Seis de las peticiones para casarse, las sometió en un año, incluyendo oficialías en los condados de Westchester y Long Island.
Se presentó ante el juez vistiendo un apretado suéter blanco sin mangas y con los brazos forrados de tatuajes.
La audiencia, a petición de su abogado, fue reenviada para el próximo 29 de septiembre.
Su defensor, Christopher Wright, dijo que ella mantiene su “inocencia” y que la “demostrará”, porque “es una mujer que trata de superar una mala jugada de la vida”.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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