La guineana Genoveva Añonma, declarada mejor jugadora africana en 2012, reveló que durante la Copa de África femenina de 2008 fue obligada a desnudarse ante miembros de laConfederación Africana de Fútbol (CAF) para demostrar que era una mujer y no un hombre.
En una entrevista concedida a la BBC, la futbolista reveló "el momento más difícil" de su carrera como profesional. "Me pidieron que me quitara toda la ropa delante de los funcionarios de la Confederación Africana de Fútbol y delante de mis compañeras", explicó.
La jugadora recuerda con mucho dolor esos momentos: "Me enfadé mucho. Lloré. Tenía la moral por los suelos. Fue muy humillante, pero con el tiempo lo pude superar".
Fue después de un partido contra Sudáfrica, porque las rivales denunciaron que podría ser un hombre. Aquel horror no fue el único mal momento que sufrió la jugadora de 27 años, que actualmente milita en el Turbine Postdam de Alemania. A lo largo de su carrera, su sexo se puso en su duda en otras ocasiones.
Tres años después de aquel espantoso episodio en la Copa de África, el sexo de la futbolista volvió a ser puesto en duda y Añonma fue acusada por algunas selecciones, al igual que otras jugadoras guineanas, de ser un hombre.
Fue durante el Mundial femenino de 2011, en el que tuvo que escuchar declaraciones como la de ghanesa Diana Amhomah: "Basta con tener contacto físico con ellos para saberlo".
Aunque siempre quiso someterse a pruebas médicas para silenciar a sus detractores, nunca lo consiguió.
"Tenía la esperanza de que me llamaran para decirme que me iban a llevar al hospital para hacerme las pruebas, pero nunca lo hicieron... No hicieron nada por mí. Siempre tengo que defenderme sola. Siempre lo he hecho. No soy un hombre, soy una mujer", declaró la estrella de Guinea-Ecuatorial en la cadena británica.
En una entrevista concedida a la BBC, la futbolista reveló "el momento más difícil" de su carrera como profesional. "Me pidieron que me quitara toda la ropa delante de los funcionarios de la Confederación Africana de Fútbol y delante de mis compañeras", explicó.
La jugadora recuerda con mucho dolor esos momentos: "Me enfadé mucho. Lloré. Tenía la moral por los suelos. Fue muy humillante, pero con el tiempo lo pude superar".
Fue después de un partido contra Sudáfrica, porque las rivales denunciaron que podría ser un hombre. Aquel horror no fue el único mal momento que sufrió la jugadora de 27 años, que actualmente milita en el Turbine Postdam de Alemania. A lo largo de su carrera, su sexo se puso en su duda en otras ocasiones.
Tres años después de aquel espantoso episodio en la Copa de África, el sexo de la futbolista volvió a ser puesto en duda y Añonma fue acusada por algunas selecciones, al igual que otras jugadoras guineanas, de ser un hombre.
Fue durante el Mundial femenino de 2011, en el que tuvo que escuchar declaraciones como la de ghanesa Diana Amhomah: "Basta con tener contacto físico con ellos para saberlo".
Aunque siempre quiso someterse a pruebas médicas para silenciar a sus detractores, nunca lo consiguió.
"Tenía la esperanza de que me llamaran para decirme que me iban a llevar al hospital para hacerme las pruebas, pero nunca lo hicieron... No hicieron nada por mí. Siempre tengo que defenderme sola. Siempre lo he hecho. No soy un hombre, soy una mujer", declaró la estrella de Guinea-Ecuatorial en la cadena británica.
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