Miguera Ángel Geraldino, director del centro de salud, indica en un informe enviado al Ministerio de Salud Pública que esa situación mantiene bajo presión social a las autoridades de dicho centro.
“El proceso de remodelación es extremadamente lento y estamos pasando dificultades para la atención de los pacientes que ya debieron estar ubicados en esos lugares y sin embargo no parece llegar el final de los arreglos”, señala.
La sala de niños, que anteriormente contaba con casi medio centenar de camas habilitadas para attender a pacientes, no funciona como antes por la precariedad por lo que muchos pacientes deben ser despachados antes de tiempo.
En el caso del área de traumatología donde llegan diariamente pacientes con traumas de motocicletas solo se dispone de 13 camas también lo que hace la situación desesperante, según expresan médicos consultados.
Otra de las precariedades que afronta el centro de salud es el bajo presupuesto con que se maneja, lo que hace su operatividad casi inmanejable.
Nota Domingo Uribe
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