En noviembre de 2004, tanto Kellie como AJ, su marido, se sentían en lo más alto del Universo:Eli había llegado a sus vidas y todo era felicidad. Ambos decidieron registrar en una cámara de video los primeros momentos del bebé recién nacido. Todo era emoción y felicidad. "No puedo esperar ver a AJ como el mejor padre del mundo", se entusiasmaba la joven mujer por aquel entonces.
Pero la vida de los tres integrantes de la familia cambiaría para siempre apenas 14 semanas después. Un trágico accidente automovilístico terminó con la vida de AJ e hirió de gravedad al pequeño Eli. Su marido murió en el acto por el tremendo impacto.
Ella iba en el automóvil, pero salió ilesa, milagrosamente. Tenía una doble misión que cumplir: salvarle la vida a su pequeño bebé y otra que todavía no sabría que tendría que cumplir diez años después.
Los días posteriores al accidente fueron terribles para Eli y también para su madre, que sufría a la par del recién nacido. Su corazón se detenía y eran frecuentes las convulsiones, según relata Kellie en el video del Proyecto Gracias. "
Los días posteriores al accidente fueron terribles para Eli y también para su madre, que sufría a la par del recién nacido. Su corazón se detenía y eran frecuentes las convulsiones, según relata Kellie en el video del Proyecto Gracias. "
Tenía hemorragias cerebrales", recuerda, ya aliviada, diez años después. Pero los momentos que vivió fueron dignos de una pesadilla.
"El doctor me dijo 'no se ve bien, si sobrevive, seguramente no pueda caminar o hablar o mostrar emociones", cuenta. Se equivocaron. "¡Es feliz!", dice su madre. Es así, el pequeño Eli se muestra feliz.
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