Las dirigidas por Marcos Kwiek han demostrado su condición de favoritas al imponerse a un digno equipo de Puerto Rico con marcador 25-19, 25-19 y 25-19, para colgarse una vez más la presea dorada de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Kwiek, a diferencia de los cuatro partidos anteriores, rotó menos a las jugadoras estelares, demostrando la seriedad del compromiso ante unas boricuas que llegaron a Veracruz con la intención de arrebatarles el reinado a las dominicanas en el voleibol del área.
Una inigualable Brenda Castillo. Por algo es considerada la mejor líbero del mundo. No ataca porque su posición se lo prohíbe, pero organiza, recepciona, defiende, coloca, anima. La más bajita del grupo sigue siendo el alma del equipo. Incombustible.
Un ataque repartido entre Bethania de la Cruz, Gina Mambrú y Priscila Rivera. Bloqueos a cuatro manos de Annerys Vargas y Cándida Arias. Un sexteto que pasará a la historia como uno de los grandes equipos en la historia de los deportes del país.
La cuarta medalla de oro consecutiva en Centroamericanos y del Caribe tras ganar en San Salvador 2002, Cartagena 2006, Mayagüez 2010 y ahora, Veracruz 2014. Y ganan de una manera contundente sin perder un solo set de los quince que jugaron en sus cinco compromisos ante Venezuela, Colombia, Cuba, México y Puerto Rico.
Las número seis del mundo concluyen así un 2014 con el quinto lugar alcanzado en el pasado Mundial de Italia y la medalla de oro en Veracruz.
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