Josefina Corporán se encuentra detenida en una cárcel de la provincia San Cristóbal, desde finales del 2013.
El gobierno de Chile indicó, según su solicitud, que la mujer formaba parte de una banda que reclutaba migrantes y les cobrara al menos 2.000 dólares para llevarlos a Bolivia, desde donde cruzaban de forma clandestina la frontera con Chile, recorriendo tramos a pie y por el desierto.
Sólo entre febrero y agosto del 2013, 44 hombres y mujeres dominicanos fueron detenidos por la policía de Iquique, en el extremo norte de chile, luego de ingresar de forma clandestina y sin permiso migratorio a ese país, según el expediente.
Los ciudadanos dominicanos no necesitan visa para ingresar a Bolivia, pero sí la requieren para Chile. Corporán Minaya insistió en su inocencia durante una audiencia previa ante la Suprema Corte y explicó que como miembro de una agencia de viajes, su labor consistía únicamente en comprar los boletos de avión.
Además de estar solicitada en extradición, Corporán Minaya enfrenta en República Dominicana cargos por estafa por haber cobrado a aspirantes a migrantes con la promesa de llevarlos a Chile. José Tamares, abogado de Minaya, había insistido en las audiencias que su clienta no podía ser extraditada porque debía enfrentar los cargos por estafa en República Dominicana.
La Suprema Corte determinó que los cargos de estafa fueron presentados después de que el gobierno de Chile solicitó la extradición.
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