El pasado lunes, desaprensivos penetraron a la escuela básica Las Mercedes del barrio que lleva el mismo nombre y cargaron con computadoras, sumadoras, una nevera, dos abanicos y una impresora.
Para penetrar a la escuela, los delincuentes rompieron el aluzinc y una persiana. Francisca Batista, directora del centro, dijo que en esta ocasión los efectos sustraídos suman 40 mil pesos.
“Estos delincuentes destruyeron hasta el material gastable y aunque acudimos ya a la Policía, todavía no dan con el paradero”, apuntó la educadora. Este robo es el segundo que se registra en lo que va de año. Aunque intentan colocar sistema de vigilancia, la falta de recursos económicos se los impide. En tanto que en la escuela María Elena Cruz, del sector Francisco del Rosario Sánchez, a escasa distancia del barrio Las Mercedes, han robado en tres ocasiones.
De allí los malhechores cargaron con dos laptops, dos abanicos, nevera, tanques de gas, una tostadora y los productos que expenden en la cafetería. Eusebia Arias dijo que tras ocurrir tres casos de robo, decidieron colocar cámaras de seguridad. Otros centros han acudido a contratar vigilancia privada.
En otro caso, tras dos robos, los directivos del centro educativo Miguel Ángel Jiménez, del sector La Yagüita de Pastor, al sur de Santiago, decidieron el año pasado montar el sistema de vigilancia.
Actualmente cuenta con nueve cámaras, externas e internas y en una segunda etapa contemplaban colocar otras siete en el área donde imparten el bachillerato nocturno del liceo Roberto Duvergé.
Tan solo en la parte sur de la ciudad son varias las escuelas afectadas por la delincuencia. En la de Villa Centro robaron varias veces llevándose las butacas.
Esta situación se suma al problema de la violencia generada entre los estudiantes y particulares.
“Estos delincuentes destruyeron hasta el material gastable y aunque acudimos ya a la Policía, todavía no dan con el paradero”, apuntó la educadora. Este robo es el segundo que se registra en lo que va de año. Aunque intentan colocar sistema de vigilancia, la falta de recursos económicos se los impide. En tanto que en la escuela María Elena Cruz, del sector Francisco del Rosario Sánchez, a escasa distancia del barrio Las Mercedes, han robado en tres ocasiones.
De allí los malhechores cargaron con dos laptops, dos abanicos, nevera, tanques de gas, una tostadora y los productos que expenden en la cafetería. Eusebia Arias dijo que tras ocurrir tres casos de robo, decidieron colocar cámaras de seguridad. Otros centros han acudido a contratar vigilancia privada.
En otro caso, tras dos robos, los directivos del centro educativo Miguel Ángel Jiménez, del sector La Yagüita de Pastor, al sur de Santiago, decidieron el año pasado montar el sistema de vigilancia.
Actualmente cuenta con nueve cámaras, externas e internas y en una segunda etapa contemplaban colocar otras siete en el área donde imparten el bachillerato nocturno del liceo Roberto Duvergé.
Tan solo en la parte sur de la ciudad son varias las escuelas afectadas por la delincuencia. En la de Villa Centro robaron varias veces llevándose las butacas.
Esta situación se suma al problema de la violencia generada entre los estudiantes y particulares.
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