El Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), confirmó que fue un menor dequien llamó desde la casa donde vive junto a su abuela, María Altagracia Espinosa Feliz, y la hermana de ésta, Ana Luisa Espinosa Espino, quienes fueron detenidas por las autoridades y puestas en libertad este jueves por el Ministerio Público, luego de determinarse quien habría hecho las llamadas.
El nombre del menor no fue revelado por razones legales, pero el informe detalla que la residencia desde donde hizo las llamadas está ubicada en el sector Sabana Perdida, de Santo Domingo Norte, en la provincia Santo Domingo, la cual fue allanada por miembros de la División Antiterrorismo con la paricipación del fiscal adjunto José Miguel Cabrera.
Según el informe del DNI, el menor hizo ese día 50 llamadas a organismos de socorro, incluidas las dos que causaron la falsa alarma.
El avión realizaba un vuelo desde Bruselas, Bélgica, y aterrizaría en el aeropuerto de Punta Cana, en Higüey, pero ante la falsa alarma de bomba aterrizó de emergencia en el aeropuerto de las Américas, a las 7:56 de la noche.
Las dos llamadas de falsa alarma fueron realizadas al aeropuerto Las Américas a las 3:00 de la tarde y pasadas las 7:00 de la noche.
Esto provocó una rápida reacción de las autoridades que dispusieron la suspensión de todas las operaciones de vuelos y se procedió a un operativo de registro de la aeronave y los equipajes de pasajeros, no encontrándose objetos sospechosos.
Pérdida millonaria
El presidente del Comité de Líneas Aéreas del Aeropuerto Internacional de las Américas, Dorián Martínez, la falsa alarma provocó a las aerolíneas pérdidas estimadas entre los 600 mil dólares y un millón de dólares, por la cancelación de vuelos y paralización de sus actividades durante el operativo de emergencia que establecieron los organismos de seguridad en la terminal.
Martínez es el gerente de Estación de Delta Airlines en la terminal aérea, donde aterrizó de emergencia el avión de jetfly sometido a registros.
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