El presidente Nicolás Maduro anunció el lunes la expulsión de tres funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Caracas, a quienes acusó de reunirse con opositores para realizar presuntas actividades conspirativas y "una gran operación psicológica" en el país.
"Le he dicho al canciller Elías Jaua que proceda de inmediato a expulsarlos del país", dijo el mandatario. "Tienen 48 horas para irse de este país los funcionarios Kelly Keiderling, Elizabeth Hoffman y David Moo".
El mandatario denunció que los tres diplomáticos estadounidenses se habrían reunido con algunos políticos opositores al gobierno chavista, que no fueron identificados.
El Departamento de Estado rechazó las acusaciones de manera categórica. Un vocero del Departamento de Estado, que pidió no ser identificado por no tener autorización para hablar del tema públicamente, dijo que "rechazamos completamente las acusaciones de gobierno venezolano de que el gobierno estadounidense esté en algún tipo de conspiración para desestabilizar al gobierno venezolano".
Maduro no informó cuáles son los cargos que ocupan los funcionarios estadounidenses en la misión diplomática.
"Nosotros hemos detectado y le hemos hecho seguimiento durante varios meses a un grupo de funcionarios de la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica en Caracas, en Venezuela", dijo.
"Estos funcionarios se dedican a reunirse con la extrema derecha venezolana, a financiarlos y alentarlos (a) acciones para sabotear el sistema eléctrico, para sabotear la economía venezolana".
Keiderling actualmente se desempeña como encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Caracas, según señala la página web de la misión diplomática. La televisora estatal indicó que Moo es vicecónsul en Venezuela.
Las declaraciones de Maduro surgieron en un acto con militares en el estado occidental de Falcón.
Dijo también que la expulsión ocurre después de que las autoridades detectaron que esos funcionarios presuntamente se habrían reunido con dirigentes opositores y sindicales para realizar supuestas actividades de conspiración en el estado suroriental de Bolívar, donde operan una serie de empresas estatales procesadoras de varios minerales y está el mayor complejo hidroeléctrico del país.
"Fuera de Venezuela. 'Yanquis go home"', gritó el gobernante. "No me importa las acciones que tome el gobierno de Barack Obama.
No vamos a permitir que venga un gobierno imperial a traer dinero y a ver cómo paran las empresas básicas, a ver cómo le quitan la electricidad para apagar toda Venezuela".
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