La niña, que sufría fuertes dolores de estómago desde hacía varios meses, fue diagnosticada de un tumor que ocupaba el 90 por ciento de su cavidad abdominal y que había afectado ya a varios de sus órganos.
"El estado de la paciente era considerado como desesperado. Los especialistas previeron que le quedaban tan sólo unas semanas de vida. La única solución era operar", indicaron los especialistas médicos.
Las fuentes hospitalarias manifestaron además que una operación de este tipo no había sido llevada a cabo nunca antes en un niño.
La intervención, considerada de alto riesgo, fue llevada a cabo por un equipo liderado por los cirujanos Martin Meuli, jefe de cirugía del Hospital Pediátrico, y Pierre-Alain Clavien, cirujano especializado en estómago que ya había realizado operaciones similares en adultos.
Para extraer el tumor, los médicos tuvieron que retirar varios órganos de la menor, que posteriormente tuvieron que ser cosidos de nuevo.
La niña ha superado bien la operación, pero el riesgo de reincidencia no ha quedado excluido, según los médicos.
"Como se trata de una forma de tumor raro, los oncólogos no pueden hacer un pronóstico certero. La menor deberá someterse a radioterapia y seguir controles médicos de forma regular", se explicó. EFE
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