El ex ministro chino de Ferrocarriles Liu Zhijun ha sido condenado a pena de muerte aplazada dos años -que en el sistema judicial de su país equivale a una cadena perpetua- tras ser declarado culpable de corrupción, han informado los medios oficiales.
En el caso más importante juzgado desde que las nuevas autoridades chinas lanzaron una campaña contra la corrupción a finales del año pasado, el Tribunal Intermedio Número 2 de Pekín encontró al ex ministro culpable de soborno y de abuso de poder.
Además de la pena de muerte aplazada, el tribunal dictaminó la confiscación de todos sus bienes personales y la privación de sus derechos políticos de por vida. También le impuso 10 años de prisión en castigo al delito de abuso de poder.
Liu, de 60 años, fue responsable de gestionar la gigantesca red de ferrocarriles chinos entre 2003 y 2011, hasta que la Comisión Disciplinaria del Partido Comunista de China (PCCh) abrió una investigación contra él por violaciones de la disciplina.
Aparentemente como resultado de esa investigación, el nuevo Gobierno chino decidió desmantelar el Ministerio de Ferrocarriles en marzo de este año, cuyas competencias han sido absorbidas por otros organismos.
Hasta la caída en desgracia de Liu, ese Ministerio era el segundo más poderoso del Gobierno chino, por detrás sólo del de Defensa.
El Tribunal Intermedio pequinés había comenzado el pasado 9 de junio la vista contra Liu, al que se acusaba de aprovecharse de su posición para ayudar a once empresarios a ganar contratos a cambio de 64.600 millones de yuanes (10.530 millones de dólares) en sobornos entre 1986 y 2011.
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