El jurado encontró a Catherine Kieu, de 50 años, culpable de agresión con agravantes, mutilación y tortura de su esposo.
Los hechos ocurrieron en julio de 2011. Habían transcurrido unos dos meses desde que el esposo de la inculpada había presentado una petición de divorcio a una corte, aunque la mujer vivía aún en la misma casa.
Una noche la mujer puso en la cena del esposo una droga para hacerlo dormir y cuando el cónyuge cayó rendido, ella le cortó el pene con un cuchillo cebollero, arrojó la parte cercenada al procesador de desperdicios de la cocina y encendió el motor.
El hombre despertó por el dolor y llamó al teléfono de emergencias, pero de acuerdo con versiones de la procuraduría en el vecino condado de Orange, los médicos de un hospital fueron incapaces de reimplantar la pieza.
Las autoridades consideraron que Kieu perdió los estribos por la demanda de divorcio.
Se espera que la sentencia sea dictada a fines del próximo mes.
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