Realizan pruebas de ADN a hermano de Jenni Rivera para identificación de restos

Un hermano de la cantante mexicano-estadounidense Jenni Rivera, quien falleció el pasado domingo en un accidente aéreo en México, se realizó hoy pruebas de ADN para confirmar la identidad de los restos recogidos en el lugar del siniestro.

Las pruebas fueron realizadas a Lupillo Rivera, cantante y hermano de la llamada "Diva de la Banda", quien pereció al estrellarse el avión en el que viajaba mientras sobrevolaba una zona montañosa del estado norteño de Nuevo León, por causas aún desconocidas.

Lupillo Rivera llegó a primera hora de hoy desde Los Ángeles (EE.UU.) a Monterrey, capital de Nuevo León, y poco después se desplazó a la morgue donde se encuentran los restos de su hermana.

El cantante abandonó el lugar varias horas después, sin hacer declaraciones a los periodistas que lo esperaban a la puerta desde la noche anterior.

El intérprete acudió acompañado por tres hombres y un menor de edad no identificados.

La Procuraduría de Justicia de Nuevo León declaró que el artista se realizó las pruebas de ADN solicitadas para la identificación de los restos de Jenni Rivera poco después del mediodía.

La portavoz de la fiscalía, Priscila Rivas, señaló que los resultados de las pruebas de ADN podrían tardar algunos días.

"La procuraduría tiene laboratorio propio y los resultados podrían estar listos en 24 horas o pueden ser días, de acuerdo con la calidad química de los restos", declaró Rivas.

En el accidente perecieron también otras seis personas, incluido Arturo Rivera, publicista de la cantante, además de personal de apoyo y los dos pilotos del Learjet 25 que sufrió el percance.

Rivera falleció a los 43 años, en pleno esplendor de su carrera, consagrada como una artista muy popular que alternó los grandes escenarios con otros menos importantes donde era aclamada por millones de incondicionales.

Tercera hija de seis hermanos Rivera (Long Beach, EE.UU., 1969) cultivó la música de banda, las ranchera, la balada, la música pop y el corrido, lo que le abrió el corazón de millones de latinos en Estados Unidos y de varios más en México.