El CD fue presentado por Philips en marzo de 1979 tras desarrollar el sistema óptico, mientras que la lectura y codificación fue responsabilidad de Sony.
Ambas compañías presentaron en junio de 1980 formato que revolucionó la industria de la música y posteriormente el de la informática y al que se unieron 40 compañías en todo el mundo, licenciando un formato que ha dominado la industria las tres últimas décadas.
El álbum “52nd Street” de Billy Joel, fue el primero comercializado en este formato precisamente el 1 de octubre de 1982. Junto a él, Sony comercializó en Japón el CDP-101, el primer reproductor comercial de discos compactos con un peso superior a los 7 kilogramos y un precio de 2.100 dólares.
A partir de ahí, su popularidad creció exponencialmente y también su extensión más allá de la industria de la música ya que en 1985 llegó al sector de la informática con la publicación del Yellow Book, el estándar que definió las especificaciones técnicas de estos CD para datos y también para sus sucesores CD-ROM en formatos grabables, lo que los convertiría en el medio de almacenamiento portátil por excelencia.
Algunas de sus curiosidades del CD son su tamaño de 120 milímetros “porque cabía en el bolsillo de una camisa de hombre” o la extensión de la capacidad inicial de almacenamiento para “poder introducir las sinfonías más populares”.
Aunque el disco compacto sigue siendo popular, lejos queda su mejor periodo. En la industria de la música por el auge del almacenamiento en los reproductores portátiles desde la nube y servicios como el iTunes de Apple, y en el sector informático con la llegada del almacenamiento en nube y el auge de las memorias Flash, incluso con la supresión de las unidades ópticas en equipos como los ultrabooks.
Fuente/muycomputerpro.com
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