El tiroteo del viernes por la mañana conmocionó al país y dominó los informativos. Obama se reunió en privado con las familias de las víctimas y dijo que había escuchado las historias de los fallecidos y de los que habían arriesgado sus vidas para ayudar a otros.
"Ellos nos aseguran que de esta oscuridad vendrá un día más claro", declaró el mandatario en el Hospital de la Universidad de Colorado en Aurora, Colorado, al relatar la historia de una joven que detuvo la hemorragia de su amigo herido con una mano mientras con la otra llamó con su móvil pidiendo ayuda.
Después de que se haga justicia, el recuerdo se centrará en las víctimas y no en el asesino, agregó Obama.
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