Yissell Pérez Carvajal, de 35 años, quien se dedica a la venta de uvas y vino de Neyba, explicó que fue interceptada por su expareja Vitico Santana (Trimbilin), de 38 años, quien la tumbó del motor que conducía, procediendo entonces a arrancarles las orejas, cuyas partes desprendió a mordidas, hasta dejarla “gacha” como se dice en el argot popular.
Señaló que milagrosamente no pasó engrosar la nefasta lista de mujeres que han muerto a mano de sus parejas o ex parejas.
La mujer agredida, quien procreó un niño que hoy tiene 16 años con su agresor, dijo que trató de salir corriendo tras caer del motor, tumbada al suelo y golpeada en reiteradas ocasiones con una piedra por el pecho y otra parte del cuerpo, cuando procedió entonces a arrancarles las orejas.
“Cuando él me tiró al suelo, me agarró las manos para que yo no pueda defenderme, fue entonces cuando me mordió las orejas arrancando parte de estas, tras el forcejeo logré salírmele de abajo y correr hasta mi casa, a unos cuantos metros de donde sucedió el hecho muy cerca de mi casa” Dijo Pérez Carvajal.
Sostuvo que luego de lograr escapar de su agresor, este le vociferó que si ponía la denuncia ante la policía, la iba a matar, por lo que pide la intervención de las autoridades para que este sea apresado ya que se encuentra prófugo y teme ser una víctima más de las tantas mujeres que muren en mano de sus actuales y exmaridos.
Nota de Ramón A. Medina
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