La cerda mutante es rechazada por su madre, que además alumbró otros ocho cerditos, de los cuales, uno es ciego y otro cinqueño, además del “cara de gente”.
El raro animalito tiene que ser alimentado por un biberón por su propietario, “a media” ya que comparte la propiedad del animal con otra persona que no identificó.
El curioso fenómeno de la naturaleza, ya ha generado un negocio por parte de Valentín Jiménez, amo del animalito con “cara de gente”, quien cobra un peaje entre 10 y 50 pesos para dejarlo ver, “ya que tengo que comprar leche para alimentarlo porque su madre no lo quiere”.
El cerdito de sexo femenino llora como un niño, se para en sus patas traseras y saca la lengua como un humano.
Cientos de personas de esta comunidad y zonas aledañas visitan la humilde vivienda de Jiménez para comprobar lo que corre de boca en boca, que nació una cerdita con “cara de gente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario