“Hoy es un buen día para los 25 millones de refugiados en el mundo, es un buen día para los países y las comunidades que acogen a los refugiados, que ahora van a recibir más ayuda”, aseguró Espinosa en un acto celebrado tras la aprobación del pacto, que recibió el apoyo de 181 países, pero rechazado por Estados Unidos y Hungría y tres abstenciones (República Dominicana, Eritrea y Libia).
Espinosa insistió en la importancia de este documento, que no tiene carácter vinculante, para respaldar a los “países de bajos y medios ingresos que acogen al 80 por ciento de los refugiados“.
Para la presidenta de la Asamblea General el texto refleja “el espíritu para compartir el peso y la responsabilidad” de este fenómeno.
“La familia de la ONU y sus estados miembros no olvidarán a los refugiados o a las comunidades que los albergan”, subrayó la responsable internacional.
Por su parte, Mohamed insistió en que este acuerdo, junto al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, alcanzado en Marruecos el 10 de diciembre, suponen la cristalización de “la promesa hecha en la declaración de Nueva York de hace dos años”.
“Es un paso importante porque es un compromiso global para reforzar y mostrar la responsabilidad hacia los refugiados, encontrar soluciones que respeten los Derechos Humanos, darles esperanza y reconocer la responsabilidad legal de protegerlos y apoyarlos”, dijo Mohamed durante su intervención.
La subsecretaria general de la ONU destacó la inclusión de medidas para compartir la responsabilidad y reducir la presión sobre los países que albergan a los refugiados y la necesidad de aunar esfuerzos humanitarios y de desarrollo para mejorar la vida de estas personas.
Asimismo, insistió en la importancia de dirigirse a la raíz de estos movimientos humanos “tomando iniciativas para prevenir conflictos y promover” una paz duradera.
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, agregó que este documento es histórico porque supone la primera vez que se produce un “esfuerzo exhaustivo, amplio e institucional para dar sentido real a la convención sobre el Estatuto de Refugiados“.
En este sentido, insistió en que el Pacto Mundial sobre Refugiados reconoce que “los refugiados son una responsabilidad internacional” compartida por todos.
Al igual que el resto de ponentes, Grandi también puso el acento en que el acuerdo alcanzado hoy es el principio y no el final del camino para afrontar la situación de los refugiados y las raíces que obligan a millones de personas a abandonar sus países por temor a perder sus vidas.
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