La escena que se vivió el pasado sábado en un cementerio de Acra, la capital de Ghana, dejó a mucha gente en estado de 'shock' en el país africano.
Todo sucedió durante un entierro. Momentos antes de dar sepultura a un hombre, una pareja de trabajadores de la morgue se personó en el lugar y abrió el ataúd para confiscar el cuerpo del fallecido.
La razón que dieron para realizar un acto tan atroz es que la familia del difunto no había satisfecho el pago de los servicios funerarios.
El espeluznante video del incidente muestra a los dos hombres cargando el cadáver sobre sus hombros mientras se marchan entre las tumbas haciendo oídos sordos a las protestas de los familiares y amigos del finado.
El personal del morgue intervino luego de que la familia del difunto, aprovechando que los trabajadores fúnebres estaban ocupados con otros menesteres, "robara" el cuerpo de la morgue sin pagar los 40 cedis (9,1 dólares) de la tarifa, informan medios locales.
La disputa fue resuelta gracias a la intervención de los "ancianos de la familia acompañados por unos amigos", y el entierro logró finalmente celebrarse sin más incidencias.
El doctor Adusei Poku, director del hospital involucrado, justificó la acción de los trabajadores, alegando que estaban en su derecho porque no se había completado el pago por sus servicios. Poku explicó que los familiares deberían haber avisado al personal de antemano sobre la imposibilidad de pagar si querían que el entierro se hubiera realizado sin problemas.
El espeluznante video del incidente muestra a los dos hombres cargando el cadáver sobre sus hombros mientras se marchan entre las tumbas haciendo oídos sordos a las protestas de los familiares y amigos del finado.
El personal del morgue intervino luego de que la familia del difunto, aprovechando que los trabajadores fúnebres estaban ocupados con otros menesteres, "robara" el cuerpo de la morgue sin pagar los 40 cedis (9,1 dólares) de la tarifa, informan medios locales.
La disputa fue resuelta gracias a la intervención de los "ancianos de la familia acompañados por unos amigos", y el entierro logró finalmente celebrarse sin más incidencias.
El doctor Adusei Poku, director del hospital involucrado, justificó la acción de los trabajadores, alegando que estaban en su derecho porque no se había completado el pago por sus servicios. Poku explicó que los familiares deberían haber avisado al personal de antemano sobre la imposibilidad de pagar si querían que el entierro se hubiera realizado sin problemas.
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