Ashley Glawe es fanática de los piercings y también de las pitón. Adquirió uno hace pocas semanas al que bautizó Bart. Una mezcla que en las últimas semanas no resultó una idea apropiada.
En un descuido, mientras Bart reptaba por el cuerpo de su querida dueña, el intrépido animal comenzó a filtrarse en el orificio del lóbulo de la oreja, agrandado con un expansor. Sin embargo, la pitón quedó atascada allí y nadie pudo sacarla.
De urgencia, Ashley debió recurrir a un hospital para que trataran de sacarle el incómodo animal de la oreja. "Por lejos, fue uno de los momentos más locos de mi vida.
Fui a la sala de emergencias porque mi pitón decidió quedar trabado en mi lóbulo", contó la joven en su perfil de Facebook.
Fuente Infobae
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