“Para este grupo empresarial es lamentable la cantidad de personas que han perdido la vida, así como el número de familias que hoy permanece sin hogar, sin ropa, sin ajuares y que lo único que tiene es la esperanza en un mejor mañana”, continúa explicando.
Ellos también reconocen que “esta fiesta se ha convertido en parte de la tradición navideña de la República Dominicana y de los quisqueyanos en el exterior no deja de admitir la situación de calamidad en que están sumidos muchos de nuestros compatriotas afectados por las lluvias”.
El Grupo Telemicro señala que luego de un estudio ponderado de la situación informará a la población la forma en que canalizará como ayudar de manera directa a varias familias damnificadas con parte de los recursos que se gastarían en la celebración navideña.
“No es momento de fiestas. Es hora de solidaridad”, concluyendo así la primera de muchas medidas que tomará el gobierno e instituciones privadas para enfrentar el dolor y la miseria en que han quedado miles de familias en el norte del país.
La fiesta de Telemicro forma parte del aspiracional del pueblo común, que ve en esos apartamentos y carros que rifa la empresa una forma de subsanar problemas definitivos de la clase trabajadora dominicana.
Nota de Marivell Contreras
Via enterato
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