López subió al estrado como un testigo cooperador en el juicio por el asesinato de los miembros de los pandilleros Bruce Moten de 27 años de edad y Antonio “Tono” Fortes de 26.
El pandillero que testifica, junto con Moten, Fortes y Tevin Briggs, está acusado de conspirar para matar a los miembros de la pandilla “Chad Brown”, Terry Robinson, de 22 años, y disparar a Delacey Andrade y Kendrick Johnson el 22 de octubre de 2014, como parte de un enfrentamiento permanente entre pandilleros por el control de zonas en Providence, en las que tienen puntos de drogas, mantienen en zozobra a las comunidades y usan la violencia para enfrentar a sus oponentes, dijeron los fiscales.
López le dijo al jurado que se disponía a cambiarle el aceite a su carro Infiniti con Moten y Briggs, a las 11:30 de la mañana, cuando Fortes llamó para decir que había visto a Robinson y su grupo en el establecimiento “PC Mart”.
López y sus cómplices siguieron a los otros pandilleros y rodearon el área de Chad Brown, donde opera la pandilla del mismo nombre.
Relató que después de rodear la zona, López dijo que vio a Briggs y Moten, quienes vestían sudaderas con capucha negras y portando armas en sus caderas, fuera de las inmediaciones.
Escuchó disparos mientras esperaba, y movió el carro hasta la calle Fillmore. Ellos, según su testimonio, corrieron hacia su vehículo, armas en manos.
López tenía a su novia oculta detrás de la casa de un amigo, y escondió las pistolas calibres .45 y .9 milímetros.
Tres semanas más tarde López, huyó a Puerto Rico para que su padre lo escondiera en su casa, pero al parecer tuvo problemas y de allí, escapó a la República Dominicana, donde fue capturado y extraditado a Rhode Island.
Los abogados de las víctimas, Kara Hoopis Manosh y David Levy, respectivamente, calificaron a López como un mentiroso oportunista durante el interrogatorio. Manosh señaló que López no había aceptado declararse culpable de asesinato en segundo grado y decidió testificar porque enfrentaba hasta dos cadenas perpetuas, más de 145 años de prisión como un pandillero y traficante de drogas.
“Usted no quiere morir en la cárcel, ¿verdad?” le preguntó el abogado Manosh.
“No”, respondió López.
“Al aceptar el acuerdo está esperando una condena de 20 años en la cárcel?”, volvió a preguntarle el abogado.
“Sí”, contestó López.
El pandillero quien admitió que estuvo traficando drogas durante seis años, le respondió al abogado de uno de los muertos, que también mentía cuando estaba en las calles.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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