Ella es apoyada por el Proyecto de Defensa Legal North West que trabaja con casos de asilos de inmigrantes de todo el mundo, pero mayoritariamente latinoamericanos.
La dominicana las dijo a oficiales de inmigración que fue víctima de sucesivos abusos de violencia doméstica por parte de su pareja, por lo que decidió huir a Estados Unidos, donde busca quedarse a vivir.
Reside en el suburbio de Burien en Washington (Seattle), pequeño pueblo de 50.000 habitantes.
Entró a los Estados Unidos ilegalmente el 23 de septiembre de 2013 y fue puesta en proceso de deportación, sin que se conociera el fondo de su solicitud de asilo.
En la demanda, los abogados del proyecto que la representan, dicen que inmigración la liberó bajo su propia palabra el 16 octubre de 2013.
Se le programó una entrevista de “miedo creíble” para evaluar si calificaba o no para el asilo en la Corte de Inmigración de San Antonio (Texas), pero no se le informó sobre la fecha ni la hora de la comparecencia.
“En ningún momento Seguridad Nacional, le informó a la señora Méndez del plazo de un año para presentar su solicitud de asilo”, dice la demanda.
“De hecho, la señora Méndez ha sufrido mucho debido al proceso de deportación, mientras estaba en custodia del inmigración, donde ya había solicitado asilo, y no entendía que ella tenía que presentar una aplicación particular para procesar su caso”, dijeron los juristas de la defensa.
La demanda precisa que la dominicana, sólo tuvo conocimiento de la fecha límite de presentación cuando buscó asesoría legal para ella en su caso de inmigración, en octubre de 2014, más de un año después de su llegada a los Estados Unidos.
Aunque ella no entiende ni lee inglés, las autoridades migratorias, la encausaron de nuevo por no presentarse a la cita en la corte de inmigración.
A través de un abogado, intentó sin demora presentar su solicitud de asilo con la Agencia de Inmigración y Servicios de Ciudadanía (USCIS), el 3 de noviembre de 2014.
Lo hizo porque ella todavía no había sido colocada en la lista de futuras deportaciones, pero su número de su caso de inmigración no apareció en el sistema de información telefónica de USCIS, argumenta la demanda.
“La demandante huyó de la persecución en su país y buscó asilo, pero sus esfuerzos fueron frustrados por un proceso de gobierno que es cualquier cosa menos justo. De hecho, entra en conflicto con las nociones fundamentales del debido proceso: notificación y la oportunidad de ser escuchado”, añade la queja legal.
Matt Adams, director jurídico de Northwest Immigrant Rights Project, dijo que las leyes migratorias de Estados Unidos, requieren un equilibrio justo.
En la demanda, también figuran como reclamantes inmigrantes de ambos sexos de México, Honduras y Guatemala, que enfrentan los mismos obstáculos de inmigración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario