Con sólo 10 minutos en el lugar, los agentes policiales ya tenían a siete conductores de motocicletas en la parte trasera de una camioneta del Grupo de Acción Rápida (Gar). Entre los detenidos estaban dos jóvenes de 16 y 17 años de edad. El más menor lo detuvieron justo cuando transportaba una pasajera con un cilindro de gas a bordo.
El joven fue llevado a empujones hasta el vehículo policial por haber cruzado palabras inapropiadas con los agentes. Una vez montado, lloró como niño.
¿Por qué lloras? “Yo estoy trabajando. Venía con una señora, a ella la dejaron y a mí me montaron aquí. Dique porque yo le dije una mala palabra a un policía”.
¿Comando, por qué se lleva a estas personas detenidas? “Los motoristas son los que están haciendo las averías”, contestó el mayor Tejada, mientras sus subalternos se mantenían revisando los documentos de los conductores de las motocicletas. También se les requisaban los bolsillos y todo tipo de bultos que llevaban consigo.
El joven fue llevado a empujones hasta el vehículo policial por haber cruzado palabras inapropiadas con los agentes. Una vez montado, lloró como niño.
¿Por qué lloras? “Yo estoy trabajando. Venía con una señora, a ella la dejaron y a mí me montaron aquí. Dique porque yo le dije una mala palabra a un policía”.
¿Comando, por qué se lleva a estas personas detenidas? “Los motoristas son los que están haciendo las averías”, contestó el mayor Tejada, mientras sus subalternos se mantenían revisando los documentos de los conductores de las motocicletas. También se les requisaban los bolsillos y todo tipo de bultos que llevaban consigo.
Fuente elcaribe
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