El expresidente de El Salvador, Francisco Flores, de 56 años, falleció el sábado tras permanecer una semana en estado de coma.
Flores había sido acusado de corrupción y enfrentaba un juicio por malversación de $15 millones de dólares donados por Taiwan durante su mandato.
Tanto su partido, el derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), como su esposa, Lourdes de Flores, confirmaron el deceso.
La exprimera dama dijo en una breve declaración que su esposo decidió afrontar el proceso judicial en el que se le acusó de delitos de corrupción "convencido de su inocencia", pero señaló que toda esa situación que calificó como un "ataque político" provocó un deterioro en su salud.
"Sufrió una crisis en su salud, provocada por un injusto ataque político que atropelló sus derechos fundamentales", dijo.
Las acusaciones surgieron originalmente durante la última campaña presidencial, en la que Flores apareció como asesor de campaña del candidato de ARENA, el exalcalde de San Salvador, Norman Quijano, quien perdió la elección.
Las autoridades había determinado que Flores sufría un “deterioro neurológico irreversible provocado por un coágulo que le produjo "un edema cerebral severo de la arteria cerebral media izquierda".
El cuerpo del expresidente fue trasladado este domingo, bajo
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