En el pasado mes de noviembre, Towns terminó el primer tramo de la competición con una media de 14.4 puntos por partido, además de acumular 9.4 rebotes y 2.18 tapones por partido, liderando a los rookies de ambas conferencias en ambos aspectos. También lideró a los rookies en porcentaje de acierto en tiros de campo (52.6 por ciento) y en tiros libres (86.7 por ciento). Además logró ocho dobles-dobles.
La mejora respecto de lo logrado en diciembre ha sido considerable. En los 16 partidos disputados en el anterior mes, logró de nuevo ocho dobles-dobles, con una media de 18.6 puntos, con un .553 en acierto en tiros de campo, con un .368 en acierto desde más allá de la línea de tres puntos y con un .828 de acierto en tiros libres.
Además ha atesorado una media de 9.5 rebotes por partido y con 1.3 asistencias y 1.6 tapones de media. Todo un síntoma de que Minnesota tiene en ciernes una gran estrella, que puede conducir a los Lobos a los más altos objetivos posibles, junto con Wiggins, Rubio, LaVine y compañía.
Ya el anterior mes, Towns se convirtió en el séptimo jugador de la historia del equipo en lograr este honor. Anteriormente a él lograron sus compañeros de equipo Andrew Wiggins (Noviembre 2014, Diciembre de 2014, Enero 2015 y Febrero de 2015), Gorgui Dieng (Marzo de 2014) y Ricky Rubio (Enero de 2012), además de Kevin Love (Marzo de 2009), Randy Foye (Diciembre de 2006) y Stephon Marbury (Enero de 1997).
Con este galardón logrado de manera consecutiva, se convierte en el segundo jugador de los Lobos que logra este preciado premio, en dos ocasiones y además de manera consecutiva, como lo hiciera Wiggins la pasada campaña.
El número uno del draft confirma día a día, el acierto que fue su elección y la pieza tan importante que va a resultar ser en el esquema de futuro de este equipo, que apunta grandes esperanzas de cara al futuro.
Enhorabuena de nuevo a una de las grandes estrellas de este equipo y que lo será muy pronto de toda la NBA.
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