El papa Francisco criticó a la sociedad moderna de consumo y llamó a los fieles a actuar "con sobriedad" en su tercera Misa de Gallo como Sumo Pontífice en la basílica de San Pedro, uno de los puntos más altos de los festejos navideños en el Vaticano.
Recordó que Jesús nació en un establo, en medio de una gran pobreza. "Este niño nos enseña lo que es realmente esencial en nuestras vidas", afirmó.
"En una sociedad intoxicada tan frecuentemente por el consumismo y el hedonismo, la sobreabundancia y los lujos, la apariencia y el narcisismo, él nos llama a actuar con sobriedad, es decir de una forma simple, equilibrada y recta, capaz de ver y hacer lo esencial", afirmó el papa.
En una "cultura de indiferencia", el estilo de vida de los cristianos debería estar lleno de compasión, sensibilidad, misericordia y piedad.
Francisco criticó "un mundo que demasiado frecuentemente es despiadado con el pecador y tolerante con el pecado", así como a la "cultura de indiferencia que de forma no poco frecuente se vuelve despiadada". El papa indicó que, en lugar de ello, el estilo de vida debería ser "devoto, lleno de empatía, compasión y piedad".
Esta Navidad se celebra en el marco del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que comenzó el 8 de diciembre, día en que el Sumo Pontífice abrió el portón de la basílica de San Pedro y llamó a todas las catedrales del mundo a abrir sus puertas.
"Urbi et Orbi"
Esta mañana, en su un mensaje navideño y su bendición "urbi et orbi" ("para la ciudad y el mundo") desde el balcón central de la basílica del Vaticano en la plaza de San Pedro Francisco instó a los políticos "a buscar el bien común", al tiempo que deseó la paz en varios conflictos armados y pidió por los refugiados, presos y desocupados.
"Que en este día de fiesta, el Señor vuelva a dar esperanza a cuantos no tienen trabajo y sostenga el compromiso de quienes tienen responsabilidades públicas en el campo político y económico para que se empeñen en buscar el bien común y tutelar la dignidad toda vida humana", pidió hoy el pontífice en su mensaje de Navidad desde la Basílica de San Pedro.
Francisco habló frente a una plaza colmada y pidió que los israelíes y palestinos puedan retomar el diálogo directo y alcanzar un entendimiento que permita a los dos pueblos convivir en armonía, al tiempo que incluyó entre sus demandas las problemáticas actuales en Siria, Libia, Irak y Ucrania.
Fuente lagaceta
Francisco criticó "un mundo que demasiado frecuentemente es despiadado con el pecador y tolerante con el pecado", así como a la "cultura de indiferencia que de forma no poco frecuente se vuelve despiadada". El papa indicó que, en lugar de ello, el estilo de vida debería ser "devoto, lleno de empatía, compasión y piedad".
Esta Navidad se celebra en el marco del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que comenzó el 8 de diciembre, día en que el Sumo Pontífice abrió el portón de la basílica de San Pedro y llamó a todas las catedrales del mundo a abrir sus puertas.
"Urbi et Orbi"
Esta mañana, en su un mensaje navideño y su bendición "urbi et orbi" ("para la ciudad y el mundo") desde el balcón central de la basílica del Vaticano en la plaza de San Pedro Francisco instó a los políticos "a buscar el bien común", al tiempo que deseó la paz en varios conflictos armados y pidió por los refugiados, presos y desocupados.
"Que en este día de fiesta, el Señor vuelva a dar esperanza a cuantos no tienen trabajo y sostenga el compromiso de quienes tienen responsabilidades públicas en el campo político y económico para que se empeñen en buscar el bien común y tutelar la dignidad toda vida humana", pidió hoy el pontífice en su mensaje de Navidad desde la Basílica de San Pedro.
Francisco habló frente a una plaza colmada y pidió que los israelíes y palestinos puedan retomar el diálogo directo y alcanzar un entendimiento que permita a los dos pueblos convivir en armonía, al tiempo que incluyó entre sus demandas las problemáticas actuales en Siria, Libia, Irak y Ucrania.
Fuente lagaceta
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