Efectivamente, la función del cloro se limita a eliminar las bacterias o virus, pero es tal su fuerza que una gran cantidad permance en el cuerpo por lo que puede ocasionar serios daños al organismo, según reveló un estudio de la Universidad de Lovaina (Bélgica). A continuación te exponemos los más comunes.
Piel
El cloro es altamente corrosivo puede provocar ardor, comezón y dermatitis. Utiliza guantes y ventila mientras lo uses.
Ojos
Nadar sin protección en los ojos puede provocar irritación, ardor e infecciones oculares. Recurre al uso de goggles para protegerlos.
Nariz
Inhalarlo puede afectar las vías respiratorias generando asma, tos y opresión en el pecho. Los más afectados son los niños y mujeres, debido a las tareas del hogar, advierte un reporte de la organización Women’s Voices for the Earth.
Más vale prevenir
Considera un sistema de purificación del agua para tu hogar. Eliminará las toxinas antes de usar el agua para cocinar, limpiar y bañarse. Puedes usar filtros de agua en lavabos y regaderas.
Si te expusiste al cloro, debes limpiar tu cuerpo de inmediato. Usa jabones y detergentes orgánicos o completamente naturales, porque son mejores para su piel. Hay muchos tipos de jabón disponibles que no son tóxicos.
Siempre bebe agua purificada. Es incluso mejor el agua purificada y oxigenada que brinda más oxígeno a tu cuerpo.
Si presentas irritación en ojos, piel y dificultad para respirar, acude de inmediato con un médico. Olvídate de recurrir a remedios caseros pues sólo empeorarán tu situación.
Fuente: bienestar.salud180
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