El titular de Aduanas retornaba de una reunión con ejecutivos de un centro de convención en Punta Cana, donde había acudido para informarse sobre las facilidades de ese complejo para la celebración de un encuentro internacional de la Comisión de Políticas de la Organización Mundial de las Aduanas (OMA), a celebrarse a final de año en el país.
El desperfecto de la aeronave en uno de sus motores provocó que Fernández, junto al ingeniero Gregorio Lora, su asesor; el vicealmirante Rafael Guillen Sarante, supervisor de seguridad de la DGA y el piloto, retornaran por vía terrestre a Santo Domingo.
Debido a la gravedad de la avería, la nave de cuatro pasajeros fue dejada en el mismo lugar en donde forzosamente aterrizó.
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