Por Carolina Ruiz Vega.- Las condiciones del ambiente de trabajo están estrechamente relacionadas con el rendimiento de los trabajadores y la iluminación es uno de los factores clave, ya que puede actuar en forma positiva favoreciendo el desempeño a la hora de realizar una tarea, o de manera negativa, afectando la productividad.
Diversos estudios han demostrado efectivamente esta relación, entre ellos una investigación de la Universidad de Cornell que estimó que una correcta iluminación podía incrementar la productividad hasta en un 5%.
Otro estudio, llevado a cabo por la Sociedad Norteamericana de Diseñadores de Interiores, reveló que más del 68% de las personas que trabajan en oficinas han experimentado molestias asociadas a una inadecuada iluminación en su área de trabajo.
Dificultades como fatiga visual, agotamiento, estrés y jaquecas fueron los principales malestares relacionados con la iluminación, aunque también se observó falta de atención y desánimo; factores que son causa de accidentes, ausentismo laboral y bajo rendimiento.
“La función más relevante de la iluminación en espacios de trabajo es apoyar la tarea del colaborador, por lo que este criterio debe prevalecer a la hora de elegir las soluciones.
Un ejemplo muy simple del efecto perjudicial de la iluminación inadecuada es cuando las personas deben forzar la vista constantemente para ver pantallas o documentos. Esta situación afecta la salud y la productividad del trabajador, además de incidir en su estado de ánimo”, aseguró Sergio Campos, project manager de Sylvania, empresa fabricante de productos de iluminación.
Diseño de iluminación en oficinas
Para un correcto diseño de la iluminación en el espacio de trabajo, el primer paso es que los clientes sean consultados sobre las actividades que se realizarán en la oficina.
Además de definir exactamente las actividades, las preguntas deben permitir determinar: tiempo requerido para realizarlas; porcentaje de tiempo invertido por cada una de ellas; importancia relativa de la exactitud en la realización de la tarea; importancia relativa de la velocidad en la realización de la tarea; dificultad visual de la tarea y edad promedio de los trabajadores.
“Toda esta información ayudará al diseñador a entender mejor el tipo de actividad visual para ese espacio en cuestión. Demasiada luz, gastará energía; pero muy poca luz, causa una reducción del desempeño y mala actitud hacia el trabajo de parte de los colaboradores”, explica el experto de Sylvania.
Un buen diseño, mientras tanto, consolida el sistema de iluminación con las necesidades visuales y psicológicas de los empleados. Tomando en cuenta las recomendaciones del IESNA (Illuminating Engineer Society of North America), Havells-Sylvania brinda algunos consejos para lograr una correcta iluminación en la oficina:
1. Procurar un uso pleno de la luz natural que entra por las ventanas, puertas o tragaluces. No obstante, considerar que la iluminación debe ser natural y artificial, teniendo en cuenta que los rayos solares no deben llegar de manera directa sobre la superficie de trabajo, ya que pueden causar deslumbramientos o aumento de la temperatura ambiente. Además, es necesario colocar algunas luces regulables o instalar interruptores para controlar la iluminación y así reducir la oscuridad y el resplandor.
Diseño de iluminación en oficinas
Para un correcto diseño de la iluminación en el espacio de trabajo, el primer paso es que los clientes sean consultados sobre las actividades que se realizarán en la oficina.
Además de definir exactamente las actividades, las preguntas deben permitir determinar: tiempo requerido para realizarlas; porcentaje de tiempo invertido por cada una de ellas; importancia relativa de la exactitud en la realización de la tarea; importancia relativa de la velocidad en la realización de la tarea; dificultad visual de la tarea y edad promedio de los trabajadores.
“Toda esta información ayudará al diseñador a entender mejor el tipo de actividad visual para ese espacio en cuestión. Demasiada luz, gastará energía; pero muy poca luz, causa una reducción del desempeño y mala actitud hacia el trabajo de parte de los colaboradores”, explica el experto de Sylvania.
Un buen diseño, mientras tanto, consolida el sistema de iluminación con las necesidades visuales y psicológicas de los empleados. Tomando en cuenta las recomendaciones del IESNA (Illuminating Engineer Society of North America), Havells-Sylvania brinda algunos consejos para lograr una correcta iluminación en la oficina:
1. Procurar un uso pleno de la luz natural que entra por las ventanas, puertas o tragaluces. No obstante, considerar que la iluminación debe ser natural y artificial, teniendo en cuenta que los rayos solares no deben llegar de manera directa sobre la superficie de trabajo, ya que pueden causar deslumbramientos o aumento de la temperatura ambiente. Además, es necesario colocar algunas luces regulables o instalar interruptores para controlar la iluminación y así reducir la oscuridad y el resplandor.
2. En cuanto al tipo de lámparas para situar en los puestos de trabajo lo más recomendable es optar por fluorescentes, que emiten menos calor que las incandescentes tradicionales.
3. Las luminarias blancas son ideales para los espacios de trabajo, ya que incrementan la concentración y productividad del colaborador. Lo contrario ocurre con las luces de tono amarillento, que crean ambientes cálidos y por ende relajan a los trabajadores.
4. La iluminación del techo debe estar ubicada a los costados del puesto de trabajo y en lo posible dirigida oblicuamente. Es decir, la vista dirigida hacia la pantalla de la computadora debe ser paralela a los focos de la luz.
5. En las salas de reuniones, las luces indirectas son necesarias, sobre todo cuando se requiere apagar la iluminación general para usar un proyector.
En muchos casos será necesario que se pueda personalizar la luz a cada momento, por ello que no deben faltar las luces indirectas, que además de crear un ambiente más agradable y natural, permiten optimizar el uso de cada espacio
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