"¡Hay una bomba!", gritó el hombre, de 33 años, al llamar al aeropuerto el jueves pasado. Policías y militares cerraron en consecuencia parte de las instalaciones y activaron el plan de lucha antiterrorista, según la fiscalía.
El autor de la llamada fue finalmente localizado y detenido. Reconoció los hechos y justificó su llamada en que su novia se hallaba bloqueada por el tráfico y debía tomar un avión.
Comparecerá ante un tribunal de Burdeos y enfrenta dos años de cárcel y multas que pueden llegar a los 30 mil euros.
Fuente sdpnoticias
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