El monto no fue especificado.
En medio de un llanto desgarrador, mientras hablaba con medios locales, la madre de la víctima, Lucía Abreu, recordó que advirtió a su hija no viajar a la República Dominicana a hacerse la operación, por los precedentes de otras víctimas y el alto riesgo que representaba para la joven.
La muerta, cuyo cadáver será repatriado esta semana a Nueva York donde será sepultado, trabajaba como ayudante de enfermería en una clínica del Bajo Manhattan.
Viajó junto a su amiga Tiffany Concha, quien también estaba tentada a hacer una cirugía.
Concha, relató que cuando fue a visitar a Cedeño, en la clínica Contreras le dijeron que había muerto, antes de que se le hicieran los exámenes previos a una liposucción.
“Ella bajó a las 12:12 y nunca volvió. A las 3:30 de la tarde, me llamaron y cuando subí, me dijeron que estaba muerta”, añadió Concha.
Se cree, a la espera de la autopsia oficial, que Cedeño murió de un paro cardíaco provocado por la negligencia de os cirujanos, según acusa la familia.
“Contreras, tenía cuatro pacientes en turno y cuando Shariline murió, él siguió operándolas como si nada hubiera pasado”, dijo Kendra Cedeño, hermana de la víctima.
Confirmó que la enfermera pagó $2.500 dólares por la cirugía para reducirse el abdomen, las partes alta y baja de la espalda, los brazos y levantarse los glúteos.
“Ella no tenía ningún motivo ni razón para hacerse esa operación. No tenía hijos, no estaba ridículamente obesa, podía esperar al menos a tener hijos, porque no necesitaba eso”, agregó Carlibi Rojas, prima de la occisa.
Antes de la operación a Cedeño, otras dos mujeres murieron en la clínica de Contreras, que también tiene un caso pendiente en Puerto Rico por la muerte en mayo de 1999 de la periodista dominicana Isabel Vargas.
Las clínica que ha sido cerrara en innúmeras ocasiones, ha sido abierta como tantas veces se le clausura.
Vargas, también pereció después de una liposucción.
Rojas dijo que la demanda será para que se haga justicia y que la familia no descansará hasta ver a Contreras en la cárcel.
Cedeño era soltera, no tenía hijos y su muerte ha conmocionado a parientes y amigos.
En medio de un llanto desgarrador, mientras hablaba con medios locales, la madre de la víctima, Lucía Abreu, recordó que advirtió a su hija no viajar a la República Dominicana a hacerse la operación, por los precedentes de otras víctimas y el alto riesgo que representaba para la joven.
La muerta, cuyo cadáver será repatriado esta semana a Nueva York donde será sepultado, trabajaba como ayudante de enfermería en una clínica del Bajo Manhattan.
Viajó junto a su amiga Tiffany Concha, quien también estaba tentada a hacer una cirugía.
Concha, relató que cuando fue a visitar a Cedeño, en la clínica Contreras le dijeron que había muerto, antes de que se le hicieran los exámenes previos a una liposucción.
“Ella bajó a las 12:12 y nunca volvió. A las 3:30 de la tarde, me llamaron y cuando subí, me dijeron que estaba muerta”, añadió Concha.
Se cree, a la espera de la autopsia oficial, que Cedeño murió de un paro cardíaco provocado por la negligencia de os cirujanos, según acusa la familia.
“Contreras, tenía cuatro pacientes en turno y cuando Shariline murió, él siguió operándolas como si nada hubiera pasado”, dijo Kendra Cedeño, hermana de la víctima.
Confirmó que la enfermera pagó $2.500 dólares por la cirugía para reducirse el abdomen, las partes alta y baja de la espalda, los brazos y levantarse los glúteos.
“Ella no tenía ningún motivo ni razón para hacerse esa operación. No tenía hijos, no estaba ridículamente obesa, podía esperar al menos a tener hijos, porque no necesitaba eso”, agregó Carlibi Rojas, prima de la occisa.
Antes de la operación a Cedeño, otras dos mujeres murieron en la clínica de Contreras, que también tiene un caso pendiente en Puerto Rico por la muerte en mayo de 1999 de la periodista dominicana Isabel Vargas.
Las clínica que ha sido cerrara en innúmeras ocasiones, ha sido abierta como tantas veces se le clausura.
Vargas, también pereció después de una liposucción.
Rojas dijo que la demanda será para que se haga justicia y que la familia no descansará hasta ver a Contreras en la cárcel.
Cedeño era soltera, no tenía hijos y su muerte ha conmocionado a parientes y amigos.
Nota de Miguel Cruz Tejada
No hay comentarios:
Publicar un comentario