Los comunitarios, mostraban un dejo de dolor por la pérdida de la inmigrante criolla, que hacía sólo dos años que había llegado a Estados Unidos desde la República Dominicana, en compañía de sus hijos.
Al cierre de esta crónica, la policía de Newark, no había arrestado ningún sospechoso en conexión con el brutal asesinato.
Patricia, se desempeñaba como cajera en el restaurante “Merengue” en Newark en el momento de desaparecer y posteriormente ser asesinada.
Durante algunos días, la policía y la comunidad distribuyeron y liberaron volantes con su foto e información, pero la desaparición desembocó en la tragedia.
Sus restos están siendo transportados hacia su pueblo natal, donde serán sepultados mañana miércoles, dijeron familiares de la víctima.
Se esperaba que para ayer lunes, se revelaría el resultado de la autopsia oficial en la Oficina del Médico Forense, pero originalmente los investigadores dijeron que fue ahorcada con su propia bufanda.
El cuerpo de Patricia, también presentaba laceraciones en distintas partes.
El velatorio se llevó a cabo entre las 5:00 de la tarde y las 9:00 de la noche en la funeraria Alvarez Funeral Home situada en el 235 de la avenida Edge en Newark, mientras las autoridades siguen buscando la cooperación de la comunidad para dar con la captura del o los asesinos de la dominicana.
En el restaurant hay seis cámaras y otra más en la calle, pero al parecer, en ninguna de ellas aparece la imagen de la víctima y el sospechoso saliendo del establecimiento o montándose en algún vehículo en los alrededores.
Hiciano, era una madre trabajadora que tenía varios hijos, dijeron conocidos de la víctima, que declinaron identificarse.
Una versión sostiene que estaba acompañada por una persona no identificada y cuyo sexo tampoco fue especificado por los investigadores.
La policía de Newark no ofreció más detalles respecto al horrendo asesinato de la camarera dominicana.
La dominicana Loly Peralta, compañera de trabajo de Patricia, calificó el asesinato de “muy cruel” y añadió que no había necesidad de matarla y mucho menos estrangulándola con su propia bufanda.
“Ella no tenía maldad con nadie, siempre estaba contenta y sonriente”, añadió. “Fue una manera muy cruel de morir”.
Peralta pidió a la policía agilizar las investigaciones para capturar al o los culpables del horrendo homicidio. “Sus hijos, deben estar sufriendo mucho”, dijo.
La fiscalía dijo que también investiga el asesinato de un repartidor de comida de otro restaurante dominicano en Newark y que apareció muerto hace una semana.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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