Ese día, en la tumba del maestro, había algo que desde hacía meses hacía falta: la tarja, que debió ponerse desde el día del sepelio, pero por falta de completar unos documentos, no se había puesto.
“Fui con mi hermano a estar con Yaqui el día de Año Nuevo. Al ver la tarja puesta, me tomé una fotografía para que sus hijos vieran que ya la tarja de su padre está puesta.
En ese momento, mi hermano se iba a caer y empezamos a bromear, me tomé la foto y la colgué en Instagram”, explicó Silfa quien ha recibido críticas por publicar la imagen y su acción generó controversia en las redes sociales.
Silfa aclaró que “detrás de mi sonrisa ante la tumba no hay nada oculto” y dijo que se siente conforme porque Yaqui está en paz y descansando.
“Yo quisiera saber si ese día de Año Nuevo, las personas que han criticado la foto fueron al cementerio a ver a sus seres queridos que han partido de este mundo terrenal”, dijo.
Fuente fuegoalalata.net
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