El encuentro se dio después de la mala relación que tuvo el pelotero con las mayores durante la investigación de las Grandes Ligas sobre Biogenesis.
Rodríguez incluso demandó a las Grandes Ligas y al comisionado saliente Bud Selig, de quien cuestionó su integridad.
De acuerdo a varias fuentes, el antesalista tuvo un diálogo con Manfred en buenos términos.
Los mismos recursos indican que el encuentro tuvo una duración de aproximadamente 10 minutos, en los que Rodríguez aprovechó para disculparse y para prometer que mejorará su comportamiento en el futuro.
Pero la tarea más difícil para Rodríguez está por venir, ya que deberá demostrar dentro delequipo que aún posee la capacidad de ser dentro del campo de juego el protagonista que fue antes de ser suspendido.
En ese sentido, una fuente cercana a los Yanquis indicó que ni el propietario Hal Steinbrenner, ni el presidente Randy Levine, ni el gerente general Brian Cashman planean tener encuentros como el que Rodríguez tuvo con Manfred.
Al interior del equipo se supo que al antesalista no se le concederá ningún trato especial y que deberá trabajar al mismo ritmo que los demás integrantes de la novena para conseguir un lugar dentro del equipo grande.
Ante la posibilidad de que el rendimiento de Rodríguez haya descendido, los Yanquis contrataron al antesalista Chase Headley para ocupar la tercera base, que correspondía a Rodríguez.
Mientras que los Yanquis continuarán su trabajo haciendo movimientos de jugadores para ser protagonistas durante la temporada próxima a iniciar, Rodríguez hará lo propio para tratar de convencer de que aún puede ocupar un lugar dentro de la novena. EFE
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