Fue ya en el 90+4, cuando Sergio Busquets consiguió el único tanto del partido y lo celebró con sus compañeros sobre el césped, en una de las bandas del estadio de Mestalla. Alguien arrojó entonces una botella de plástico con algo de líquido y dio en la cabeza de la 'Pulga'.
El argentino se quejó del dolor, mientras se llevaba las manos a la cabeza. El médico de su equipo inspeccionó la pequeña herida y la limpió.
El argentino fue amonestado instantes después por el árbitro David Fernández Corbalán, tras su queja por el impacto recibido.
La victoria permitió al Barcelona mantenerse a dos puntos del líder de la Liga española, el Real Madrid, que había ganado 2-1 el sábado en Málaga.
La 13ª jornada española estuvo marcada por una pelea entre ultras del Atlético de Madrid y Deportivo de La Coruña, que terminó con un muerto.
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