Mancino, tenía un negocio en la avenida Broadway y la calle 165 en el Alto Manhattan y otro en la calle 218 en Riverdale, pero respecto al suicidio, sus familiares, entre ellos una hija, negaron la versión y dijeron que fue un “accidente”.
La occisa, tenía entre sus empleaos y empleadas, una mayoría dominicana y fue descrita como una mujer amable, simpática, amigable y dadivosa. Residía en New Jersey, junto a su esposo, quien declinó identificarse.
Algunos clientes, con los que conversó este reportero, dijeron que la empresaria se mató en su oficina, que está situada en el sótano del negocio en la avenida Broadway y todos los empleados escucharon más de un disparo, el martes de esta semana en la tarde.
Acorde con varios parroquianos, el marido de la empresaria confirmó la versión sobre la deuda.
A pesar de la tragedia, el negocio se ha mantenido abierto y la dominicana Luna Peralta, gerente en uno de los turnos, dijo que se había abierto, porque una gran cantidad de clientes, quieren saber lo que ocurrió.
“Para ella, todo el mundo era de la familia”, añadió Peralta.
El esposo de la suicida, es un policía retirado y dijo que ella usó su revólver para quitarse la vida. El disparó se lo dio en la frente.
“Fue un solo segundo”, relató Peralta que estaba con la suicida en el momento de la tragedia. “Todo fue muy rápido.”
La empresaria tenía 66 años de edad y sufría de un cáncer terminal que ya no resistía, aunque estaba bajo tratamiento, pero se deprimió cuando los médicos le cambiaron las medicinas, y se lo comunicó a Peralta.
La dominicana dijo que Mancino, le habló al respecto minutos antes de matarse.
“Creo que los medicamentos nuevos, le nublaron la mente a mi madre”, dijo la hija Tan´yika Allen (Nikki), añadiendo que “fue un accidente, ella no tenía intención de suicidarse. Todo el que la conoció, sabe que es como yo digo”.
Dijo la hija que su madre, logró superar muchos obstáculos en la vida y problemas de salud, incluyendo una cirugía de corazón abierto y la pérdida permanente de la memoria, a causa de un accidente.
“Mi mamá, se había ido abajo, ella tenía mucho en su mente y nadie sabía lo que le estaba pasando por sus pensamientos”, añadió la hija.
Un altar con una foto póster de la suicida, velones y flores, fue improvisado frente a la cafetería.
Clientes y vecinos, recordaron que la señora Mancino donaba frecuentemente donas y comidas a refugios para desamparados y era muy colaboradora con las actividades de la comunidad dominicana en el Alto Manhattan.
También patrocinaba un equipo de pequeñas ligas y empleaba a adolescentes de ambos sexos, para ayudarlos a tener experiencia laboral.
Será enterrada hoy viernes a las 9:00 de la mañana en el cementerio Rose Hill de New Jersey y el día anterior (jueves), sus restos fueron velados en la funeraria Riverdale situada en el 5044 de la avenida Broadway.
Sus negocios aparecían con frecuencia en las páginas gourmet de medios locales, en las que se alababa la calidad de los productos que vendía.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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