Oscar Taveras, el vibrante prospecto de Los Cardenales, debutó en Grandes Ligas con un jonrón en el estadio Busch en St. Louis. Sus compañeros lo saludaron en el dugout con alta de cinco años y la espalda expatriados. Los aficionados rugieron por el joven jugador dominicano.
Cuatro meses más tarde, una multitud aplaudió Taveras de nuevo, esta vez en el gran escenario de la postemporada, después de que él golpeó un bateador emergente jonrón para empatar el partido en el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
Una vez más, él corrió por las escaleras del dugout. Él sonrió y tiró su casco en el aire cuando saludó a los fieles de San Luis.
Esto era seguro: Taveras ya era querido y los fans lo querían de vuelta.
Pero nadie imaginó que sería el último partido de Taveras en el Busch Stadium, su llamada de la cortina final.
"Todos estamos aturdidos y profundamente entristecidos por la trágica pérdida de uno de los miembros más jóvenes de la familia Cardenales", dijo el presidente de los Cardenales Bill DeWitt Jr.. "Oscar era un talento increíble, con un futuro brillante que ha sido tomado de nosotros mucho antes de su tiempo. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia y amigos esta noche."
El gerente general de San Luis, John Mozeliak viajó a la República Dominicana este lunes y será uno de los que representen a los Cardenales en el pais.
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