Funcionarios del Departamento de Seguridad Interior (DHS) dijeron este miércoles que las acciones son preventivas y no constituyen una respuesta a posibles actividades específicas, aunque admitieron su relación con amenazas lanzadas en los últimos días por organizaciones extremistas.
"Tomamos todas las medidas para proteger los intereses de Estados Unidos dentro del país y en ultramar, porque elementos del Estado Islámico (EI) y la organización Al Nusra han amenazado públicamente con realizar acciones punitivas", dijo a Fox un funcionario que prefirió mantener el anonimato.
El secretario del DHS, Jeh Johnson, declaró la víspera que "debido a los eventos que tienen lugar actualmente en el mundo, resulta prudente incrementar al máximo las medidas para proteger las instalaciones y el personal del Gobierno de Estados Unidos".
"Los llamados públicos de varias entidades terroristas para realizar atentados así como los actos de violencia en Canadá y otros lugares constituyen las principales causas de estas medidas", añadió Johnson.
El miércoles pasado el ciudadano canadiense Zehalf-Bibeau, de 32 años, mató a tiros en Ottawa a un soldado que estaba de guardia en el Monumento Nacional a los caídos en las guerras, y después penetró en el edificio principal del parlamento, donde fue ultimado a balazos.
Este ataque tuvo lugar dos días después de que un hombre atropelló a dos soldados con su automóvil y mató a uno de ellos en la ciudad de Saint-Jean-sur-Richelieu, provincia de Québec, a unos 40 kilómetros de Montreal.
Autoridades canadienses aseguran que los autores de ambos ataques están vinculados con organizaciones terroristas y realizaron las acciones en respuesta a la participación del país en la coalición encabezada por Washington que lleva a cabo una campaña bélica contra los yihadistas en Iraq y Siria.
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