La neurociencia ha descubierto que, contrario a lo que se creía antes, el cerebro humano tiene la capacidad de generar nuevas neuronas y de modificar su estructura sobre la marcha. Algunas drogas y el ejercicio físico y mental detonan procesos de neurogénesis en el cerebro. Entre éstos está el sexo.
Dos estudios recientes apuntan a que tener sexo mejora el desempeño cognitivo. Unequipo de investigadores de la Universidad de Maryland reportó en abril pasado la mejora en su performance cognitivo que marcaron una serie de ratas de edad media a las que se les permitió tener sexo.
En noviembre, investigadores de la Universidad de Konkuk, en Corea del Sur, concluyeron que la actividad sexual contrarresta los efectos negativos que tiene el estrés crónico en la memoria.
Al parecer, el sexo, como la meditación o el ejercicio, brindan al cuerpo una serie de beneficios asociados con la relajación, que, como antípoda del estrés, tiene una serie de neurotransmisores asociados que inundan el cuerpo de mecanismos autocurativos o homeostáticos.
La revista The Atlantic apunta que si bien el sexo mejora los procesos cognitivos, el sexo simulado, es decir la pornografía, parece tener efectos contraproducentes. Un estudio publicado en octubre en el Journal of Sex Research, reveló que 28 sujetos sanos tuvieron una disminución en su capacidad de recordar después de ser expuestos a material pornográfico.
Los datos que relacionan la neurogénesis con el sexo podrían hacernos pensar superficialmente en que someternos a maratones sexuales puede ser una forma de incrementar nuestra inteligencia. Pero esto es dudoso. Para mantener vivas las células nerviosas que producimos (copulando, leyendo, ejercitándonos o tomando ciertas sustancias) es necesario ejercitar nuestro cerebro de formas variadas, y existe también un límite de la cantidad de nueronas nuevas que podemos generar teniendo una actividad. Esto indica que un equilibrio entre nuestras actividades diarias (sexo, ejercicio, lectura, meditación, tal vez) parece ser el mejor camino para cultivar la inteligencia, y explica tal vez por qué las estrellas porno no son einsteins.
Fuente: NOMBRE
La revista The Atlantic apunta que si bien el sexo mejora los procesos cognitivos, el sexo simulado, es decir la pornografía, parece tener efectos contraproducentes. Un estudio publicado en octubre en el Journal of Sex Research, reveló que 28 sujetos sanos tuvieron una disminución en su capacidad de recordar después de ser expuestos a material pornográfico.
Los datos que relacionan la neurogénesis con el sexo podrían hacernos pensar superficialmente en que someternos a maratones sexuales puede ser una forma de incrementar nuestra inteligencia. Pero esto es dudoso. Para mantener vivas las células nerviosas que producimos (copulando, leyendo, ejercitándonos o tomando ciertas sustancias) es necesario ejercitar nuestro cerebro de formas variadas, y existe también un límite de la cantidad de nueronas nuevas que podemos generar teniendo una actividad. Esto indica que un equilibrio entre nuestras actividades diarias (sexo, ejercicio, lectura, meditación, tal vez) parece ser el mejor camino para cultivar la inteligencia, y explica tal vez por qué las estrellas porno no son einsteins.
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