Franklin Castaños, de 44 años de edad, mató a la estudiante dominicana de enfermería y aspirante a modelo, Solanlly Paulino, quien tenía 23 años en el momento del asesinato, por celos.
Ella, también quería graduarse de trabajadora social y había pasado el examen para ingresar al Departamento de la Policía de la ciudad de Lynn, donde vive su madre.
Castaños, está acusado de asesinato en primer grado y enfrenta cadena perpetua. El juez del caso, John Lu, negó una petición de fianza.
Los fiscales dicen que el acusado ejecutó a la dominicana, cuando ella estaba sentada en un sofá, en el apartamento que ambos compartían.
“El balazo fue tan a quemarropa, que perforó el cráneo de la víctima, atravesó el sofá y el plomo se incrustó en el piso”, dijeron los fiscales.
La fiscal Kristen Buxton, describió como brutal el crimen y dijo que después de matarla, Castaños, puso el cadáver boca abajo en el sofá para dar la apariencia de ella estaba viva y durmiendo, si algún familiar llegaba a la vivienda.
El día del asesinato, Paulino había pedido a la oficina que administra el complejo de apartamentos, en el que vivía la pareja, terminar el contrato de arriendo, para dejar a Castaños fuera del documento de alquiler y que no pudiera volver a la casa.
La relación entre ella y el matador, comenzó cuando la mujer era una adolescente y buscaba asistencia pública para poder pagar la renta, sin la ayuda del victimario.
Paulino, también tenía preocupación por una supuesta relación que tenía Castaños, en la República Dominicana.
El abogado del acusado, Michael Phelan, le dijo al juez que su representado es ciudadano de los Estados Unidos, después que se naturalizó en el 2004, por lo que no tenía la intención de huir.
El jurista, dijo que él y Castaños, estaban acordes con que el juez ordenara ponerle un brazalete electrónico satelital para monitorear los movimientos y pasos del acusado.
Pero ningunas de las propuestas, conmovieron al magistrado, que dijo que se presume en casos de acusaciones por asesinato en primer grado, el sospechoso no tiene derecho a libertad bajo fianza.
Una audiencia preliminar al juicio, está programada para el próximo 12 de este mes de junio.
Castaños, rechazó que cometiera el crimen durante una audiencia, en la que estuvieron presentes, familiares de la víctima y habló con voz casi inaudible y la cabeza baja.
Hablando a través de un intérprete en español, Castaños respondía a las preguntas del juez
Añade el expediente que luego de asesinarla, Castaños, se presentó en un cuartel del poblado de Lynn, donde les dijo a los oficiales que había asesinado su “esposa”.
Tiró el arma por una ventanilla del carro de la víctima, en un intento por desaparecer la principal evidencia del homicidio y huyó de la escena.
El asesinato de la joven, quien era estudiante de la Universidad Estatal de Salem, donde aspiraba a graduarse de licenciada en Trabajo Social, fue el trágico desenlace de años de escenas de violencia doméstica entre la pareja.
Los familiares de Paulino, han dicho que se cansaron de aconsejarla para que dejara al hombre que le quitó la vida, pero nunca les hacía caso.
Ella trabajaba como niñera, para costear sus estudios universitarios. También aspiraba convertirse en una modelo de pasarela.
Aunque su verdugo, la doblaba en edad, ella se enamoró de Castaños desde que era una adolescente.
El acusado, trabajaba como vendedor de automóviles e instalador de equipos de música a carros, cuando conoció a la víctima.
También se declaró “no culpable” de posesión ilegal de un arma de fuego.
Nota de Miguel Cruz Tejada
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