La temporada finaliza el 30 de noviembre, meteorólogos vaticinan una actividad general normal o inferior a la normal, con el posible desarrollo de entre ocho y 13 tormentas tropicales, de las cuales tres a seis se convertirían en huracanes. De ellos, al menos dos llegarían a tormentas a gran escala.
La causa principal de este pronóstico se debe a la probable formación del fenómeno climático de El Niño en las aguas del Pacífico, cuyos vientos y temperaturas marinas ayudarán a impedir que las tormentas en el Atlántico ganen fuerza.
Temperaturas marinas más bajas, cercanas al promedio también reducen ese riesgo, explicó Kathryn Sullivan, directora de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera.
Sin embargo, todos los especialistas advierten sobre la importancia de estar preparados y alertas. Una sola tormenta puede crear el caos, aseguran.
Los nombres seleccionados para identificar este año a las tormentas tropicales son, Arthur, Bertha, Cristobal, Dolly, Edouard, Fay, Gonzalo, Hanna, Isaias, Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paulette, Rene, Sally, Teddy, Vicky, Wilfred.
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