Todo ocurre en una vivienda de calle Devoto, en Villa Krause, en la provincia de San Juan (Argentina), y en la cual ya se levantó un santuario donde la niña reza habitualmente.
Jésica contó que “Vicky empezó con sus visiones cuando tenía 3 años. Me decía que tenía una amiga que se llamaba Mari. Un día vino y me pidió un rosario, yo no iba a la Iglesia como para tener rosarios, entonces justo enfrente de mi casa hay una santería y le compré un rosario.
Jésica contó que “Vicky empezó con sus visiones cuando tenía 3 años. Me decía que tenía una amiga que se llamaba Mari. Un día vino y me pidió un rosario, yo no iba a la Iglesia como para tener rosarios, entonces justo enfrente de mi casa hay una santería y le compré un rosario.
Luego ella pasaba todo el día en su casita de madera que tenía en el fondo y hablaba siempre con su amiga”, comentó Jésica sobre el inicio de las visiones y actitudes de su hija.
Siguió explicando y dijo que “en ese momento uno pensaba que era el amigo invisible que siempre tenemos cuando somos niños, pero al tercer día vino mi hija y me dijo que su amiga le había dicho que tenía que rezar mucho, entonces agarré y la llevé hasta la santería y le dije que me señalara cuál era su amiga", manifestó la mujer, quien agregó que señaló a la Virgen del Rosario de San Nicolás y dijo “ésta es mi amiga mamá”.
Continuó diciendo que “cuando pasó eso lloré y la señora de la santería también. Compré estampitas y cuando salimos del local ella se paró frente a la puerta de su casa y comenzó a repartir esas estampitas y les decía a las personas “tome, rece mucho”.
En alguno de los relatos de cosas que sucedieron por palabras de su hija contó que “un día se levantó y me dijo, mamá quiero que vamos a la casa del tío Víctor y a la casa de Roberto, unas familias cercanas, porque el tío Roberto se quedó sin trabajo.
Siguió explicando y dijo que “en ese momento uno pensaba que era el amigo invisible que siempre tenemos cuando somos niños, pero al tercer día vino mi hija y me dijo que su amiga le había dicho que tenía que rezar mucho, entonces agarré y la llevé hasta la santería y le dije que me señalara cuál era su amiga", manifestó la mujer, quien agregó que señaló a la Virgen del Rosario de San Nicolás y dijo “ésta es mi amiga mamá”.
Continuó diciendo que “cuando pasó eso lloré y la señora de la santería también. Compré estampitas y cuando salimos del local ella se paró frente a la puerta de su casa y comenzó a repartir esas estampitas y les decía a las personas “tome, rece mucho”.
En alguno de los relatos de cosas que sucedieron por palabras de su hija contó que “un día se levantó y me dijo, mamá quiero que vamos a la casa del tío Víctor y a la casa de Roberto, unas familias cercanas, porque el tío Roberto se quedó sin trabajo.
Llegamos a la casa y la esposa de Roberto me dijo que él se había quedado sin trabajo. En ese momento, me miró y me dijo: “viste mama, yo te lo dije, todo esto me lo contó mi amiga Mari”, dijo.
Fuente: Tiempo de San Juan
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