"En el momento en que el camión fue robado, la fuente (radiactiva) estaba debidamente protegida. Sin embargo, la fuente podría ser extremadamente peligrosa para una persona si se retira la protección, o si ésta resulta dañada", informó la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
El gobierno mexicano ha confirmado a la entidad que el material sustraído es cobalto-60 y se encontraba dentro de una máquina de radioterapia destinada al tratamiento contra el cáncer.
El vehículo fue robado en Tepujaco, estado de México, por lo que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) activó un protocolo de alerta a las autoridades federales, estatales y municipales.
El equipo era utilizado para el tratamiento de teleterapia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y era trasladado desde un hospital hacia el Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos.
De acuerdo con un comunicado emitido por la Comisión, dependiente de la Secretaría de Energía (SENER), el hurto del Wolkswagen Worker, un vehículo de 2,5 toneladas de color blanco que cuenta con una plataforma con grúa integrada, tuvo lugar en una gasolinera de la carretera México-Pachuca, a la altura de Tepojaco.
"Se exhorta a quienes tengan en su poder o encuentren el equipo a no abrirlo ni dañarlo, dado que, en dichos casos, puede producir severas afectaciones a la salud", dice el comunicado de la SENER.
El cobalto-60 se encuentra dentro del cabezal del equipo de radioterapia. A su vez, el aparato fue introducido en una caja de madera con refuerzos de acero. "La fuente radiactiva que se encuentra al interior de este equipo médico está debidamente blindada y no representa riesgo alguno, siempre y cuando no fracturen o alteren su cabezal", advirtió la SENER.
El gobernador del estado de Hidalgo, Francisco Olivera, ha despertado sospechas sobre el robo. "No sabemos si se internó en Hidalgo (un estado colindante con el DF) o a algún otro estado. Pero es muy raro que un camión de esas características no viniera resguardado ni contuviera aditamentos de localización satelital y que se detenga a cargar gasolina", se quejó el funcionario.
El material no puede usarse en un arma nuclear convencional, pero en teoría podría emplearse en las conocidas como "bombas sucias", unos artefactos explosivos que propagan material radiactivo sobre una amplia extensión.
Los expertos alertan desde hace tiempo sobre los riesgos que entraña almacenar grandes cantidades de este tipo de materiales en hospitales y otros centros de todo el mundo bajomedidas de seguridad insuficientes.
El año pasado, la AIEA registró 17 casos de posesión ilegal y de intento de venta de sustancias nucleares, y 24 casos de robos o pérdidas, lo que representa "la punta del iceberg", según la Agencia.
Muchos de ellos se produjeron en ex repúblicas soviéticas, como Chechenia, Georgia o Moldavia, donde varias personas fueron detenidas en 2011 cuando intentaban vender uranio con el que se podían fabricar armas.
Tras la caída de la Unión Soviética, en 1991 y los atentados de 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos, se desplegaron importantes esfuerzos internacionales para impedir que el material nuclear caiga en manos inapropiadas.
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