Incluso los jugadores de las Aguilas se arremolinaron en el frente del dogaut, para conocer al improvisado interprete, famoso por un simpático video subido a You Tube, quien está bien pegado.
La sorpresiva presentación fue acompañada por las bailarinas del equipo, que al ritmo de la popular canción que interpreta deleitaron al público, que coreó el estribillo del cantante.
No faltaron los que deseaban una foto con el enigmático personaje, y se produjo un tumulto con celulares, y cámaras.
La experiencia fue un claro mentís, de que en el país se discrimina a los nacionales haitianos, ya que todos se identificaron con el ritmo, aunque la canción es una especie de monosílabo con “palito de coco”, como estrofa casi única.
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