Las propuestas son primero “pongo en venta todas mis acciones que tengo en los Gigantes y, segundo, podemos ir unidos con los Indios al venidero torneo otoño-invierno, porque el nombre no importa. Yo no tengo problemas con la familia Rizek”.
Afirmó que “lo que sí tenemos que evitar es que la franquicia no participe porque después se hará muy difícil que enganche, reintegrarlo en el futuro”.
Sostuvo que “el nombre legal de la franquicia es Gigantes del Cibao, pero te reitero que estoy dispuesto a sacrificarme, llegar a cualquier acuerdo para facilitar que el equipo de San Francisco de Macorís y la Región Nordeste juegue con el nombre que sea en el próximo torneo”.
Declaró que “no renuncio a mis derechos, pero estoy dispuesto a sacrificarme con tal de que San Francisco de Macorís esté representado en el campeonato porque se corre el riesgo de que luego no tenga béisbol profesional”.
Entiende que “si no se juega pelota profesional unos 30 empleados directos perderán sus puestos de trabajo y decenas de personal nominal, vendedores ambulantes, motoconchistas y taxitas dejarán de producir dinero, lo cual afectará la dinámica económica”.
Entiende que “si no se juega pelota profesional unos 30 empleados directos perderán sus puestos de trabajo y decenas de personal nominal, vendedores ambulantes, motoconchistas y taxitas dejarán de producir dinero, lo cual afectará la dinámica económica”.
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