La lógica es que los empleados de mejor desempeño son quienes se encuentran más a gusto con su trabajo y gozan de ciertos beneficios, pero la realidad demuestra lo contrario.
Según un estudio realizado en Atlanta, EE.UU., las personas con bajo rendimiento laboral suelen sentirse más felices y satisfechas que aquellas que cumplen mejor con su trabajo.
La investigación realizada por la consultora Leadership IQ, se basó en el análisis de 207 empresas que contenían registros sobre evaluaciones de desempeño y compromiso.
Los datos arrojaron que en el 42 por ciento de las compañías los empleados menos productivos se mostraban más entusiastas y a gusto con el trabajo.
Para Mark Murphy, director de Leadership IQ, "este resultado puede deberse a que los empleados con peor desempeño suelen terminar más rápido con su trabajo y por lo demás no reciben mucha presión de sus jefes, lo cual repercute en que estén menos estresados y más a gusto con la vida laboral y personal".
"Por el contrario, quienes tienen un mejor desempeño suelen quedarse hasta tarde corrigiendo el trabajo de otros y se sienten más acosados por sus gerentes" señala Murphy. Así mismo, la consultora realizó un estudio en una empresa de tecnología con mil empleados para determinar los niveles de compromiso que tienen con esta.
Ante la pregunta "¿estoy motivado para dar el cien por ciento de esfuerzo en el trabajo?" los resultados dictaron que, en una escala de uno a siete, los trabajadores "más dejados" se encontraban comprometidos en un nivel de 5,99 puntos.
Mientras que los de mejor rendimiento en un 5,36. Además, los poco empeñosos eran más propensos a recomendar a la empresa como "un buen lugar donde trabajar".
El estudio afirma que los empleados con bajo rendimiento desconocen que son reconocidos como tales y en muchos casos suelen perjudicar el desempeño del resto de los trabajadores, provocando incluso deseos de abandonar el trabajo.
Este informe sugiere que muchos empresarios no están valorando el esfuerzo de algunos de sus empleados, quienes podrían optar por irse a otras empresas por sentirse frustrados.
Por lo cual, se le recomienda a los gerentes que hablen tanto con los trabajadores de alto o medio rendimiento como con los de bajo rendimiento.
Mientras que a los primeros deben hacerles saber que están a gusto con su desempeño, a los segundos deben señalarles cuáles son sus falencias para intentar mejorarlas y no generar situaciones de disparidad y rencor entre los empleados.
Por último, ¿la actitud en el trabajo puede contribuir en la felicidad de las personas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario