En el laboratorio, que cuenta con una habitación y un aula integrada, hay un maniquí adulto que hace la función de hombre o mujer, y un bebe, cinco pechos de resucitación cardiopulmonar, un brazo y una mano que permiten identificar señales físicas y patológicas o canalizar sin riesgo a un paciente humano.
La enseñanza de medicina con simulación, una práctica extendida en los países desarrollados, emerge ahora en universidades de la República Dominicana para brindar a los estudiantes la opción de practicar técnicas de diagnóstico y tratamientos sin temor a cometer errores médicos.
También da la oportunidad a los estudiantes de tratar 'pacientes' en estado crítico o con trauma, intubar, así como realizar tacto vaginal y rectal, episiorrafía, punción lumbar, otoscopia, oftalmoscopia y semiología, entre otras.
Los maniquíes están conectados a computadoras, y ellas estimulan funciones del organismo, lágrimas, coloración de las uñas, ritmo cardíaco, frecuencia cardíaca y sonidos de respiraciones, explicó a Efe el decano del área de Ciencias de la Salud del Intec, Raymundo Jiménez, un pediatra con casi 40 años de ejercicio.
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